Las empresas tienen una capacidad de adaptarse a los cambios que impone la vertiginosa realidad de los mercados directamente proporcional a su capacidad para aprovechar la información de que disponen.
A medida que han ido evolucionando las empresas y los proyectos que han puesto en marcha, se han ido creando organizaciones más complejas con silos de información específicos de cada entorno, lo que es un problema para poder explotar la información para obtener el máximo valor.
Las empresas necesitan analizar el tráfico de datos que tienen en sus redes para poder tener una visión real sobre la legitimidad de la información de que disponen.
Las organizaciones tienen actualmente muchos desafíos con los datos, porque son la base del negocio y necesitan una adecuada gestión, sobre todo en un momento en que no paran de crecer.
Una compañía data driven es aquella que basa sus decisiones en información, pero, además, tiene que ser una herramienta cotidiana para el mayor número posible de empleados de la organización.